sábado, 24 de febrero de 2018

Concurso Corearte Río de la Plata


En septiembre de este año Corearte celebra la primer edición de un concurso coral. Este tipo de evento nos provocó un sinfín de preguntas sobre su realización y sobre los aspectos positivos y negativos de los concursos para la actividad coral.

Si comparamos América del Sur con Norteamérica o Europa donde los concursos están muy arraigados, vemos que hay mucho camino por recorrer y hacer ver a los cantantes y directores que los concursos tienen un lado muy positivo para el crecimiento de los coros a nivel musical y humano.
Elegimos para esta primera edición la ciudad de Montevideo, donde esperamos tener una excelente muestra de música coral.
El maestro Santiago Ruiz de Córdoba – Argentina, nos acerca en este artículo su experiencia en concursos corales que es una visión personal muy interesante.
Les invito a su lectura.























“La competencia muestra una máscara sonriente para presidir – por lo menos en la música – la coronación por el éxito. Pero, tras de esta máscara, pueden acontecer hechos sombríos que nos hagan dudar del valor de su vigencia y hasta del valor de su simple existencia"

César Ferreyra,  de “Cuentos Corales”



Aunque seguramente nadie dudaría de lo importante que es para un deportista competir, de lo estimulantes que son los Juegos Olímpicos o los Torneos de Futbol Infantil, es muy posible que ante la pregunta de “¿Participaría usted de un Concurso Coral?” muchos directores de coro y cantantes podríamos llegar a contestar: “NO! No lo haría ni loco. No tiene sentido.
Prefiero un buen festival o un lindo encuentro de coros.
Los resultados de los concursos, positivos o no, nunca alcanzan a compensar el esfuerzo y el desgaste. Los jurados, por más respetables que sean, nunca tendrán la verdad sobre lo que es "lo mejor".
La competencia, por otra parte, no es algo que deba ir de la mano de la actividad coral (incluso artística). Nadie necesita de los concursos corales.

Y en lo personal, estaría bastante de acuerdo con todo lo afirmado. No obstante, en varias oportunidades me permití probar con grupos corales estas instancias. Y en cada uno de los casos y mucho más allá de los resultados obtenidos, las experiencias fueron siempre de gran enriquecimiento personal y colectivo para cada uno de los que integrábamos el proyecto coral.

Me gustaría compartir algunas razones por las cuales no me resultó tan loco participar de un concurso coral:

* Razones Artísticas:

1)      Los concursos, son, hacia adentro, una de las mejores oportunidades para el trabajo técnico más fino y detallado posible en un grupo coral.
Son ocasiones donde podemos intentar “medir” algunos parámetros técnicos con una vara lo más objetiva posible y comparar evoluciones propias, establecer nuevas metas claras y sobre todo, organizar el trabajo en pos del cumplimiento de un objetivo común.

2)      La mayoría de los concursos corales prevén que en algún momento podremos escuchar otros coros que nos llenarán de música y nos permitirán aprender muchas cosas. Sobre todo, teniendo en cuenta que de alguna u otra manera estamos unidos por una experiencia: nos hemos preparado para lo mismo.
Muchas veces hemos tenido que preparar incluso la misma obra impuesta que requiere el concurso y esto hace que en casi todas las ocasiones se den situaciones donde todos o algunos de los coros participantes, canten juntos por algún rincón del encuentro con una unidad que trasciende cualquier competencia.

3)      Para los directores, especialmente, es una ocasión de escuchar y aprender de otros tipos de trabajos de colegas, de conocer y contactar coros y directores, y de escuchar mucho repertorio por lo general excelentemente preparado y no pocas veces novedoso.

* Razones Humanas:

1)      La integración de todo un grupo en pos de un objetivo común muy puntual y en la que, además, el resultado será juzgado por terceros es una ocasión especial para que los grupos se unan... o todo lo contrario.
Todo dependerá de la filosofía del grupo y de su líder, pero es una excelente oportunidad para crecer.

2)      Conocer personas que integran coros de otros lugares (eventualmente naciones, continentes, culturas totalmente diferentes) es una experiencia siempre inolvidable y enriquecedora.

3)      Viajar en grupo (cosa que obviamente puede hacerse sin ir a concursos, pero que casi siempre ocurrirá en estos casos) es una experiencia increíblemente transformadora. Muchos cantantes de coro salen de su provincia o ven el mar o viajan en avión por primera vez gracias a un proyecto con su coro.
Y lo hacen en grupo, con sus compañeros de viaje coral. Los concursos son una buena oportunidad para esto.

* Razones Económicas:

1)      En varios de los concursos que participamos, si éramos seleccionados, la organización se hacía cargo de parte de los gastos del grupo u ofrecía importantes descuentos en sus matrículas con un importe sumamente conveniente.

2)      Existencia de premios económicos que permitan eventualmente recuperar una parte de lo invertido en el viaje realizado por el grupo.
Aunque esto implica que se tenga alguna mínima y peligrosa expectativa de ganar algún reconocimiento, no deja de ser una variable a tener en cuenta.

Leídas estas posibles razones tal vez no alcance a inclinarse la balanza para participar de un concurso con el grupo que conformamos, pero si en algún momento así lo hiciera, de algo estoy seguro: una vez que se decide participar de un concurso comienzan dos epopeyas, una logística y otra artística.

La primera excede el objetivo de este texto, pero me encantaría compartir algunas posibilidades de afrontar la segunda:

Además de trabajar con alegría y compromiso, con deseos de superación, gran amor por la música y por nuestra actividad coral; con el coro usamos algunas analogías divertidas para prepararnos:

- Un Concurso Coral es parecido a una carrera de 100 metros:

El corredor sólo puede hacer lo mejor que sabe.
Es muy poco probable que haga un tiempo que no haya hecho antes... y si lo mejora seguramente será por alguna milésima, nada más.
Cuando llega la carrera, el mayor trabajo ya está hecho y no habrá grandes novedades.
No está compitiendo contra nadie más que sí mismo por dejar todo en su carril y dar su mejor marca. Muchas veces no sabe si le tocarán contrincantes más lentos o más rápidos, y en definitiva (salvo en los niveles más altos) eso no marcaría ninguna diferencia en cómo correría uno.

- Un Concurso Coral es similar a un concurso de belleza:

En general todo participante de un concurso de belleza (como sucede con todos los coros que son admitidos para participar de un concurso) tienen un nivel de belleza importante. Y nunca hay unanimidad sobre quién debía ganar. De manera similar los concursos corales están cargados de mucha subjetividad: aun en el análisis de parámetros técnicos como el empaste, la entonación, la presencia del coro, etc. cada jurado, cada persona del público, llenará “su planilla” de acuerdo a sus criterios, su oído, su gusto y su historia.
  
- Un Concurso Coral es similar a una competencia de comidas:

En esta época en la que se ponen de moda los programas de competencias de casi todo y en las que además, a nivel gastronómico, todos podemos comer algo exótico de otro lugar del mundo, más o menos a la vuelta de casa (o en casa mismo si nuestros abuelos o bisabuelos vinieron de otros lugares y cuidaron sus tradiciones), ¿quién podría decir si la comida china es más rica que la árabe o la mexicana? ¿Podríamos comparar platos exquisitos de cada lugar, con una técnica culinaria adecuada y totalmente distinta en cada caso, con los mejores ingredientes posibles de cada región (de acuerdo a su suelo, sus materias primas y sus posibilidades), hechos con el mayor de los amores por la cultura del lugar, y decidir cuál es el mejor?
¿O pedirles a todos los chefs del mundo que cocinen un plato típico argentino? Obviamente existen concursos así  de complejos, y de hecho, en algún punto los concursos corales son así.
Debemos saber que sea que “elijan nuestro plato” o no, eso no quiere decir mucho.
Sólo se expresa el gusto y el criterio de un grupo de personas entre las que, en general, no quisiera estar. Para ir a un concurso creo que es imprescindible estar totalmente preparado para no ganar ningún premio o reconocimiento externo.

Y finalmente, si se reciben premios, yo recomendaría pensarlos como si fueran caramelos: son ricos, dulces y divertidos… pero nadie se alimenta de caramelos. Nunca está ahí lo nutritivo de la vida o del arte. 

Dice César Ferreyra en uno de sus valiosísimos “Cuentos Corales”: “Lo que puede hacer un jurado es opinar sobre lo que le gusta y lo que le disgusta; aconsejar lo que su propia experiencia le haya enseñado; recomendar ciertas formas de trabajo; sugerir recursos para mejorar la expresión del canto coral; en fin, acompañar al artista en su camino, lo cual es mucho más válido que entregar una medalla o un diploma, o un pequeño monto de dinero, que generalmente es muy escaso”.
Para quienes concursen alguna vez, quisiera compartirles la frase de Gandhi que más nos ha acompañado con la Cantoría de la Merced (Córdoba – Argentina) desde nuestra primera aventura:

"NUESTRA RECOMPENSA NO ESTA EN EL RESULTADO SI NO EN EL ESFUERZO: UN ESFUERZO TOTAL ES UNA VICTORIA COMPLETA" 
... y así ha sido cada vez !

Santiago Ruiz

Es profesor de Guitarra egresado del Conservatorio Provincial de Música de Córdoba, ha ejercido la docencia en todos los niveles educativos y es profesor titular de las Cátedras de Canto Coral I, II y III, y Práctica y Dirección Coral I de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Córdoba.
Director coral y orquestal, fundador de la Cantoría de la Merced (2004) y a cargo de la Orquesta de Cuerdas Municipal de Córdoba desde el año 2014.

Historial de concursos:
* Participación en FESTIVAL CANTO JOVEN 2005 (Buenos Aires) obteniendo el Premio del Público con el Coro de Jóvenes del Colegio Santo Tomás.
* Participación en 5 Concursos corales, 3 en Argentina (2 internacionales) y 2 en el exterior junto a la Cantoría de la Merced.

2007 - Concurso Ansilta (Argentina)
- Segundo Premio
- Premio del Público
- Premio al Director Revelación
               
2009 - CIC Trelew (Argentina)
- Primer Premio en Coro Mixto
- Primer Premio en Coro Femenino
- Primer Premio en Música Sacra
- Primer Premio en Música Popular (compartido)
- Mejor Coro del Certamen
- Mejor interpretación de una obra Argentina
- Premio del Público
                            
2012 -  Venado Coral (Argentina)
- Segundo Premio
- Premio del Público

2017 - 35° Festival Internacional de Cantonigrós (España)                                                        
- Primer Premio en Coro Mixto                                                                                                             
- Tercer Premio en Coro Femenino

2017 - 63° Certamen Internacional de Habaneras y Polifonía de Torrevieja 2017           
- Ningún premio


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